La gente era alegre cuando tenía 7 años

 La gente estaba alegre entonces, a pesar de que la mayoría de las familias tenían muchas menos cosas materiales. Y mi madre trabajó muy duro para su familia de 7 hijos.

Entre los jerseys y los jerséis de punto para los niños y los cárdigans para las niñas, me maravillo de dónde consiguió el tiempo para coser y tejer también.

Antigua máquina de coser Singer de pedal
Tenía una máquina de coser Singer antigua que se sentaba sobre un soporte de hierro forjado con un pedal. Con esta máquina de coser, hizo sencillos vestidos de verano para mí y mis hermanas.

A menudo me he preguntado dónde desapareció. Me encantaría tenerlo ahora. Pero mi madre no era de las que se aferraban a las cosas una vez que se usaban por fecha, por así decirlo.

Entonces, ella cambiaría lo viejo por un modelo más nuevo y lo mismo probablemente sucedió con esa hermosa máquina de coser antigua.

Lavadora de manos
Recuerdo bien nuestra lavadora de manos, peliculas ninguna de tus automáticas de entonces. Tenía un escurridor compuesto por 2 rollos pesados ​​con asa. Cuando todo el Persil se enjuagó a mano bajo el grifo, mi madre lo pasó por este escurridor para exprimir el exceso de agua.

Como no existían los pañuelos de papel en ese momento, los pañuelos de tela eran la norma. Sin embargo, se utilizó una gran palangana de hierro para un solo propósito: hervir los pañuelos y los pañales de tela, aunque no juntos.

Y todo estaba planchado. A medida que nos hicimos mayores, las niñas tuvimos que ayudar con esto y otras tareas de la casa. Habiendo dicho lo duro que trabajaba mi madre, también se tomó un tiempo para sí misma. Realmente estaba bastante emancipada.

Si bien mi padre tenía su club de cámaras todos los martes por la noche, su pasatiempo ocupaba gran parte de su tiempo libre.

Entonces, la mayoría de los sábados mamá iba de compras a la ciudad, conocía a algunas de sus novias solteras, tomaban té y luego iban al cine. Papá nos cuidó a los niños durante el día.

Maureen vino a limpiar
Los miércoles por la tarde, una señora de la limpieza llamada Maureen vino a limpiar nuestra casa y cuidar de niños mientras mamá se marchaba de nuevo a la ciudad.

Maureen siempre llegaba como Mary Poppins con una gran bolsa negra de donde sacaba una bolsa de papel marrón llena de galletas rotas. Un gran regalo para nosotros, nos permitió comer tantos como quisiéramos. Ella fue muy divertida y la amamos.

Lecciones de natación en los baños
Mi hermana mayor y yo fuimos enviadas a clases nocturnas de natación en invierno. Conocida como "Los baños", la piscina cubierta climatizada era un viaje en autobús a la ciudad.

Algo más que apenas puedo imaginar ahora es que nosotras dos niñas de entre 10 y 12 años nos llevamos en el autobús a la ciudad para las lecciones de la tarde. Todavía puedo oler el cloro.

Creo que las lecciones duraron 30 minutos y estaba bastante oscuro antes y después de nuestra clase. Muchas veces decidimos gastar el pasaje del autobús en caramelos y caminar a casa. Apenas podíamos esperar a nuestro capricho después de nadar.

Nuestro camino a casa duró unos 30 minutos y nunca nos metimos en problemas porque era más rápido que esperar el autobús, que también se detuvo en cada parada de autobús.

No sabíamos de ningún peligro y nadie se acercó a nosotros. ¿Era un mundo más seguro entonces? Me estremezco al pensar en eso ahora.

No recuerdo muchas fiestas de cumpleaños, pero ciertamente no nos sentimos privados. Las golosinas eran ocasionales y tan buenas como cualquier fiesta.

Bollos de cereza y almendras de Bewley
Antes de adquirir un teléfono, mi hermana y yo, la misma, éramos inseparables, a menudo teníamos que entregar mensajes de mi madre a mi padre en su oficina en la ciudad.

Mis recuerdos son de un gran vestíbulo, con un mostrador de recepción alto y curvo y 2 encantadoras damas manejándolo. A veces nos invitaban a deliciosos dulces mientras esperábamos a que apareciera papá.

Cuando éramos mucho mayores, a menudo nos preguntábamos qué había en esos importantes mensajes. Debe haber sido una buena noticia porque luego nos llevaría al Bewley's Oriental Cafe de al lado.